Todos hemos tenido emergencias financieras inesperadas en algún momento de la vida, como un accidente, una factura médica no planeada, un electrodoméstico dañado o incluso un celular que dejó de funcionar en el momento menos pensado. El tema es que sean grandes o pequeños, estos gastos imprevistos llegan en los peores momentos y por eso debemos buscar la forma de estar preparados.

Ante este panorama, crear un fondo de emergencia es la solución, pues es la forma más acertada de protegernos y es uno de los primeros pasos que puedes dar para empezar a ahorrar. Al apartar plata  para estos gastos imprevistos,  aunque sea una pequeña cantidad, te vas a poder recuperar rápidamente para volver a encaminarte en el cumplimiento de objetivos de ahorro más grandes

¿Qué es un fondo de emergencia?

Un fondo de emergencia es un ahorro de efectivo que se reserva específicamente para gastos imprevistos o emergencias financieras. Algunos ejemplos comunes son los arreglos de la casa, las facturas médicas o una eventual pérdida de tus ingresos.

En general, los ahorros para emergencias se pueden usar para pagar esos inconvenientes grandes o pequeños que de pronto no tenías planeados y que no forman parte de tus gastos mensuales normales.

¿Por qué necesito un fondo de emergencia?

Es una necesidad porque sin ahorros, un golpe financiero, así parezca pequeño y de poca importancia, te puede hacer retroceder en tus propósitos, sobre todo si este termina convirtiéndose en una deuda, ya que tendría un mayor impacto en tus finanzas a mediano o largo plazo.

Las investigaciones muestran que las personas que luchan por recuperarse de un golpe financiero tienen menos ahorros para protegerse de una futura emergencia. Incluso pueden llegar a usar las tarjetas de crédito o  solicitar préstamos poco favorables, con tasas de interés altas, que cada vez son más difíciles de pagar. Otros terminan recurriendo a otros ahorros importantes, como sus cesantías o pensión para cubrir estos gastos, pero muchas veces no es suficiente.

Así que este fondo te permite tener una tranquilidad a futuras situaciones o eventualidades con las que definitivamente no contabas. Recuerda que una emergencia nunca avisa.

¿Cuánto dinero debo ahorrar para crear mi fondo de emergencia?

La cantidad de plata que necesitas tener en tu fondo de emergencia depende de tu situación específica. Haz el ejercicio de pensar en los gastos imprevistos más comunes que has tenido antes y cuánto te han costado, esto puede ayudarte a tener una idea sobre la cantidad que debería tener reservada.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el mayor riesgo que todos enfrentamos es perder el empleo, es decir, nuestra principal fuente de ingresos, debemos revisar nuestros gastos mensuales y restar aquellos que podrían ser eliminados o reducidos ante esta situación. Por ejemplo, cancelar suscripciones a plataformas de streaming como Netflix o sustituir el plan de celular por uno prepagado.

En cuanto tengamos claro cuál sería el nivel de gasto mínimo que necesitaríamos para un mes, podemos estimar el tamaño de nuestro fondo de emergencia, el cual deberá cubrir mínimo 4 de gastos, dado que este es el tiempo que en promedio tardaría una persona en Colombia en conseguir un nuevo trabajo.

Ahora, si vives del día a día o tus ingresos varían cada semana o  mes, puede que sea más difícil ahorrar dinero, pero no imposible, porque incluso una pequeña cantidad puede darte cierta seguridad financiera. Sigue leyendo para encontrar la estrategia de ahorro que se adapte mejor a ti.

¿Cómo creo mi fondo de emergencia sin que me cueste tanto?

Existen diferentes estrategias para empezar a ahorrar, pero estas dependen de ti y de las  diferentes situaciones que se presenten, por ejemplo, si tienes una capacidad de ahorro limitada o si tu sueldo es inestable, no te servirá el mismo plan de una persona cuyos ingresos son superiores y la mayoría de ellos son destinados para entretenimiento.

Así que puede que te sirvan todas las estrategias que te daremos a continuación, pero si tienes poca capacidad de ahorro en este momento, es importante que desde ya gestiones tu flujo de caja reduciendo gastos.

Estrategia 1: Construye el hábito del ahorro

Crear un fondo de emergencia de cualquier tamaño es más fácil cuando ya tienes la práctica de ahorro, ya que esa es una de las formas más rápidas de ver crecer el dinero. Si aún no tienes el hábito del ahorro, hay algunos principios clave para que debes aprender:

  1. Establece un objetivo. Ponerle una meta a tus ahorros puede ayudarte a permanecer con la motivación arriba. En este caso, construir un fondo de emergencia para proteger tu bolsillo ante imprevistos puede ser ese objetivo alcanzable que te ayude a mantenerte constante. Recuerda que para lograrlo debes incluir este ahorro en tu presupuesto y por eso en Tributi tenemos una plantilla personalizable que puedes descargar gratis, ¡hazlo ahora!
  2. Programa o automatiza tus aportes. Hay varias formas de ahorrar, y como leerás más adelante, hacer transferencias automáticas o crear bolsillos en tu cuenta de ahorros suele ser una de las más fáciles para no gastarse la plata. Si esta opción no es viable para ti, aparta una cantidad específica de dinero cada día, semana o quincena, y si de vez en cuando puedes ahorrar más, verás cómo ese dinero crece aún más rápido.
  1. Mantén al tanto de tus progresos. Encuentra una forma de revisar cómo va tu plan de ahorro, puedes anotar en tu presupuesto el total de tus aportes o programar notificaciones que te indiquen el saldo de tu ahorro. Esto es importante porque estar al tanto de tu progreso puede ser muy gratificante y un gran estímulo para seguir adelante.
  2. Celebra tus éxitos. Si construyes el hábito del ahorro, reconoce lo que has conseguido y recibe el mérito porque es solo tuyo. Cada que cumplas un objetivo, date la oportunidad de celebrar haciendo algo que realmente te guste y fija tu siguiente objetivo.

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¿Quién debería poner en práctica esta estrategia?: Cualquier persona, en especial aquellas que tienen ingresos fijos y constantes. 

Estrategia 2: Gestiona bien tu flujo de caja

Cuando hablamos del flujo de caja nos referimos específicamente al momento en que la plata entra (ingreso) y sale (gasto). Cuando estas dos acciones no están bien planeadas y sincronizadas es cuando a fin de mes nos vemos sin un peso en el bolsillo o endeudados. Por esa razón es importante hacerle seguimiento al dinero, para identificar en qué lo estamos gastando y tomar acciones correctivas a tiempo para mejorar nuestras finanzas personales y poder destinar una parte de nuestros ingresos al ahorro. 

Por otro lado, si ves que el problema es que debes pagar todas las cuentas al mismo tiempo y que al final terminas con intereses por mora porque tu salario no está en línea con esas fechas, habla con tus acreedores, como tu arrendatario o los bancos de tus tarjetas de crédito y organiza mejor las fechas de vencimiento de tus facturas, así estarás más holgado y podrás destinar parte de tu dinero al ahorro.

Otra forma de cumplir tus objetivos es separar el dinero en las semanas que tienes menos compromisos financieros, de esta forma se te hará más fácil ahorrar.

¿Quién debería poner en práctica esta estrategia?: Cualquier persona, ya que es un  paso importante en el manejo del dinero y las finanzas personales, tanto si vives del día a día o tienes un empleo fijo. Pero sobre todo, si tienes tendencia a gastar de más.

Estrategia 3: Aprovecha las oportunidades de ahorro que se presenten

Todos contamos con ciertas temporadas en las que recibimos más dinero, ya sea por un bono, un trabajo extra o nuestro cumpleaños, aprovecha esos momentos para ahorrar una parte del dinero y avanzar más rápido en la construcción de tu fondo de emergencia.

¿Quién debería poner en práctica esta estrategia?: Todas las personas, especialmente aquellas que tienen ingresos irregulares. Entonces si recibes dinero en ocasiones especiales, siempre es bueno considerar la posibilidad de separar una parte para ahorrar.

Estrategia 4: Automatiza tu ahorro

Programar el ahorro es una de las formas más eficientes de cumplir el propósito de construir tu fondo de emergencia, sin caer en tentaciones que te frenen o hagan retroceder.  Así que desde ya establece una transferencia automática para que ese dinero se deposite en tu cuenta de ahorros, corriente o en el bolsillo que hayas separado para ese objetivo.

Tú decides cuánto y con qué frecuencia ahorrarás, entonces una vez lo hayas configurado, estarás más cerca de llegar a la meta sin interrupciones. Ahora, si tu situación financiera cambia por algún motivo, siempre puedes aumentar o disminuir tu aporte. Si prefieres enterarte cada que el dinero se debite, activa las notificaciones correspondientes y listo.

¿Quién debería poner en práctica esta estrategia?: Cualquier persona con cuenta bancaria, especialmente aquellos con ingresos constantes.

Estrategia 5: Ahorra con la ayuda de tu empresa

Otra forma de ahorrar automáticamente es a través de la compañía en la que trabajas. Siempre es posible solicitar que además de los aportes a seguridad social, tu empresa destine parte de tu nómina en tu plan de ahorros o pensión voluntaria, por ejemplo. 

Así que si tienes la tentación de gastarte el sueldo cuando lo recibes, esta es una forma fácil de ahorrar dinero sin tener que pensarlo dos veces.

Ahora, si esta estrategia no es del todo funcional para ti porque recibes cheque o dinero en efectivo, lo primero que debes hacer en cuanto recibas el sueldo es destinar la parte correspondiente al ahorro.

¿Quién debería poner en práctica esta estrategia?: cualquier persona con empleo o ingresos fijos.

¿Dónde debería guardar mi fondo de emergencia?

El destino de tu fondo de emergencia depende de tu caso particular. Lo más importante es que tengas la certeza de que estará seguro y accesible para resolver imprevistos, pero jamás tan cerca como para gastarlo en otras cosas.

Aquí te damos algunas ideas para que guardes tu fondo de emergencia. ¡Elige el que te funcione más a ti!:

  • Si tienes una cuenta bancaria con bolsillos o puedes abrir una específicamente para tu propósito de ahorro, ¡hazlo! La idea es que el dinero de tu fondo de emergencia no se combine con el de la cuenta que usas regularmente para gastar o hacer pagos.
  • Si te resulta más sencillo ahorrar en una tarjeta o cuenta prepago, tipo Nequi, que puedes recargar fácil, no usas para gastos frecuentes y puedes tenerla a tu disposición de forma fácil en caso de emergencia, esa puede ser la opción ideal para ti.
  • Si lo tuyo es manejar dinero en efectivo, siempre te recomendaremos abrir una cuenta, pero si en este momento te es imposible, una opción es guardar parte de la plata contigo en caso de emergencia inmediata y otra parte con alguien de absoluta confianza, sobre todo si te cuesta abstenerte de gastarla. Ten siempre presente que el dinero en efectivo es más susceptible a perderse, dañarse o ser robado, así que busca una forma segura de guardarlo.

¿Ante qué situaciones debería usar mi fondo de emergencia?

Para empezar, es importante establecer qué es una emergencia para ti y bajo qué circunstancias esta se convierte en un gasto imprevisto. Ten en cuenta que no todos los gastos imprevistos son una emergencia extrema digna de cubrir con tu fondo de emergencia, así que sé honesto y coherente contigo. Por ejemplo: Comprar medicamentos costosos que no cubre tu EPS puede considerarse un inconveniente que podrías cubrir con ese dinero, aunque no se trate de un viaje a la sala de urgencias.

Recuerda que tener un fondo de emergencia te ayuda a evitar que dependas de créditos y deudas para solucionar los inconvenientes que se presenten en tu vida, lo cual resulta ser un respiro para tus finanzas personales.

No olvides que si usas tus tarjetas de crédito o pides un préstamo para estos gastos, puedes terminar pagando muchísimo más respecto a la factura original debido a los intereses y comisiones que asumirás. Si quieres aprender a sacarle el máximo provecho a las tarjetas de crédito, sin pagar de más, ¡lee este blog!

Igual no debes tener miedo de usar tu fondo de emergencia siempre que lo necesites, pero lo más importante es que repongas el dinero luego de usarlo. Es decir, si gastaste $500.000 en una emergencia, deberás volver a crear un plan para conseguirlos. 

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Nos vemos en una próxima edición.